SIDA
La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida,
que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer
frente a las infecciones y otros procesos patológicos. El SIDA no es
consecuencia de un trastorno hereditario, sino resultado de la
exposición a una infección por el VIH, que facilita el desarrollo de
nuevas infecciones oportunistas, tumores y otros procesos.
Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo de linfocitos,
células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo.
¿ Están bien definidas las formas de contagio del SIDA?
2º por la relación materno-filial durante el embarazo, y
3º por medio de contacto con sangre contaminada (transfusiones, jeringuillas).
El SIDA tiene cura, o no?
En términos generales, la respuesta es no. Una vez que la persona se ha infectado de VIH, no hay quien se lo quite. Lo que es cierto, es que afortunadamente, sobre todo en los países desarrollados, se dispone de medicamentos que frenan la reproducción del VIH, logrando con ello que en muchas personas no les sobrevenga el SIDA. En esas personas, la infección por VIH se convierte en una enfermedad crónica. Si una persona infectada no recibe ningún tipo de tratamiento, lo normal es que en 6 ó 10 años se le desarrolle el SIDA y fallezca. Si recibe tratamiento, no está exenta de la posibilidad de efectos secundarios negativos.
El desarrollo de la enfermedad se produce de forma distinta en los países ricos que en los pobres; en los primeros, los enfermos pueden acceder desde 1996 al tratamiento antirretroviral, mientras que los segundos no pueden costearse los fármacos. Es por ello, por lo que se demanda un esfuerzo de solidaridad por parte de compañías y gobiernos, hacia los países pobres, para que puedan disponer de fármacos a precios asequibles.
Las personas con SIDA precisan de todo el apoyo de familiares, amigos y organismos asistenciales, para sobrellevar esta enfermedad sin cura, pero ante la que una actitud animosa de lucha puede ser decisiva.
